La dictadura del general Pinochet cambió los nombres de veinte poblaciones del pobrerío,casas de lata y cartón, en las afueras de Santiago de Chile.En el rebautizo, la población Violeta Parra recibió el nombre de algún militar heroico.Pero sus habitantes se niegan a llevar ese nombre no elegido.Ellos se llaman Violeta Parra, o nada.Hace tiempo, en unánime asamblea, habían decidido llamarse como aquella campesina cantora, de voz gastadita, que en sus peleonas canciones supo celebrar los misterios de Chile.Violeta era pecante y picante, amiga del guitarreo y del converse y del enamore, y por bailar y payasear se le quemaban las empanadas.Gracias a la vida, que me ha dado tanto,cantó en su última canción;y un revolcón de amor la arrojó a la muerte.
Eduardo Galeano
1 comentario:
Para cuando nota nueva???
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