miércoles, 21 de abril de 2010

SOL DE MONTERREY


No cabe duda: de niño,
a mí me seguía el sol.

Andaba detrás de mí
como perrito faldero;
despeinado y dulce,
claro y amarillo:
ese sol con sueño
que sigue a los niños.

Saltaba de patio en patio,
se revolcaba en mi alcoba.
Aun creo que algunas veces
lo espantaban con la escoba.
Y a la mañana siguiente,
ya estaba otra vez conmigo,
despeinado y dulce,
claro y amarillo:
ese sol con sueño
que sigue a los niños.

(El fuego de mayo
me armó caballero:
yo era el niño andante,
y el sol, mi escudero.)

Todo el cielo era de añil;
Toda la casa, de oro.
¡Cuánto sol se me metía
por los ojos!
Mar adentro de la frente,
a donde quiera que voy,
aunque haya nubes cerradas,
¡oh cuánto me pesa el sol!
¡Oh cuánto me duele, adentro,
esa cisterna de sol
que viaja conmigo!

Yo no conocí en mi infancia
sombra, sino resolana.-
Cada ventana era sol,
cada cuarto era ventanas.

Los corredores tendían
arcos de luz por la casa.
En los árboles ardían
las ascuas de las naranjas,
y la huerta en lumbre viva
se doraba.
Los pavos reales eran
parientes del sol. La garza
empezaba a llamear
a cada paso que daba.

Y a mí el sol me desvestía,
para pegarse conmigo,
despeinado y dulce,
claro y amarillo:
ese sol con sueño
que sigue a los niños.

Cuando salí de mi casa
con mi bastón y mi hato,
le dije a mi corazón:
-¡Ya llevas sol para rato!-
Es tesoro – y no se acaba:
no se acaba – y lo gasto.
Traigo tanto sol adentro
Que ya tanto sol me cansa.-
Yo no conocí en mi infancia
Sombra, sino resolana.

Alfonso Reyes



viernes, 16 de abril de 2010

Las puertas

Hoy voy a jugar a escaparme,
liberarme de todo lo que me ata, incluso de mi cuerpo
hoy podría jugar a asesinarme en la noche vacía
y la luna sería mi cómplice
y la luna sería mi cómplice

Hoy debería echar a andar mi mente y exigirle su potencial
le pediría que me muestre quién fui y lo que llegue a lograr,
que me desvele los misterios que cubren las telarañas
y la clave de acceso a los escondites de la memoria

Hoy podría decirte, como tantos otros días, que soy un astronauta
mientras intento no ver mis pies hundidos en la tierra;
tambien podría jurarte que robaría alguna estrella,
solo por vos y la pondría en tu habitación,
pero nada valdría si no lo hiciera, una promesa es una bolsa de naylon

Hoy voy a experimentar mis metamorfosis
Salir del pozo, y asomar la cabeza para expulsar la nausea
Y podría cantar las serenatas que todavía no se inventaron
Y la luna sería mi cómplice
Y la luna sería mi cómplice

Facundo Joel