Sin embargo una y tan solo una
Alcanzará a mojar mis pies hundidos en la arena
Esa ola que segundos antes había perfumado mis extremidades
Se marchará dejando mis piernas secas
Manteniendo mis dedos, mis uñas y mi piel a la espera de su regreso
Jamás volverá ese caudal de agua a impregnarse en mí
Quizás repetiré esa sensación de satisfacción con otras olas
Pero tan solo serán el reflejo de aquella que perdí
En cuanto a mi, me mantendré paciente en la playa
Esperando la reiteración de esa manifestación de sentimientos y complacencias.
Pero nunca se va a volver a repetir, esa ola de brea y espuma se perdió entre las demás.
Facundo Joel
conmigo no hay fortuna que valga el corazon
que te daré…”
Joaquin Sabina