sábado, 5 de junio de 2010

Ellos y nosotros


Ellos no saben lo que desperdician, a nosotros nos falta sus sobrantes, pero además nos falta sus faltantes. No pueden valorar nada, están empachados de ambiciones, no les gusta reconocerse. Lo único que nos conecta es aquel recipiente con bolsa color negro. Ellos desde su universo de gala platinado, viviendo la vida como una película y nosotros desde el otro polo con los ropajes tristes y los sentimientos deshilachados; y en el centro de los extremos se encuentra la bolsa, paradigma de ambigüedades. A ellos los higieniza, a nosotros nos alimenta. A ellos los gratifica, a nosotros nos humilla. Es divertido pensar que sucedería si el tacho de basura estuviese al revés, el funcionamiento sería el mismo, pero no los polos. Nos gusta adivinar y estimar que vamos a encontrar en cada recipiente, pero cada tacho es un mundo de ilusiones y sorpresas, un nuevo universo en el que amanecerá al introducir la mano, un uso revolucionario del objeto desechado, algo que esta por renacer en nosotros. Quizás sea simplemente eso lo que nos diferencia, mientras ellos rutinariamente le quitan valor a algo y lo matan, nosotros lo tomamos con nuestra incertidumbre y le damos vida.

Facundo Joel

1 comentario:

Adriel dijo...

Decía Cortazar en Historias de Cronopios y famas:

"Un señor toma el tranvía después de comprar el diario y ponérselo bajo el brazo. Media hora más tarde desciende con el mismo diario bajo el mismo brazo.
Pero ya no es el mismo diario, ahora es un montón de hojas impresas que el señor abandona en un banco de plaza.
Apenas queda solo en el banco, el montón de hojas impresas se convierte otra vez en un diario, hasta que un muchacho lo ve, lo lee y lo deja convertido en un montón de hojas impresas.
Apenas queda solo en el banco, el montón de hojas impresas se convierte otra vez en un diario, hasta que una anciana lo encuentra, lo lee y lo deja convertido en un montón de hojas impresas. Luego se lo lleva a su casa y en el camino lo usa para empaquetar medio kilo de acelgas, que es para lo que sirven los diarios después de estas excitantes metamorfosis."

¿Acaso nuestras bolsas negras son víctimas de tal metamorfósis tambien? o es la sociedad la que cambia, siendo aquellas bolsas un mero testigo de la realidad? Gran texto!